
A la gente moderna le gusta el metro, al empresario, ese que va de terno, que cree que en la micro le roban más que en el metro, o incluso que caminando le pueden robar la chequera más fácil. A la gente apurada le gusta el metro, aquellos que trabajan tantas horas al día que da lo mismo sacrificarse un tantito más (transpirando, pegoteandose con la ropa de otro gil tan apurado como tú, de que te pisen, de que te empujen) para alcanzar a ver a sus hijos despiertos al llegar a casa, aquellos que saben que llegarán en un período determinado de tiempo a la siguiente cita y les gusta eso de tener paraderos fijos en vez de que la wea de transporte ande deteniendose donde se les paro el hoyo a un monton de escolares.
La verdad es que yo detesto el metro y no pienso que sea uno de los inventos más productivos para ganar tiempo en la capital. Sí, y lo creía incluso antes del colapso del transantiago, esto es independiente de eso, porque ahora no me subí nunca más al metro ni amarrada, así que no tengo mucha pinión de lo que sucede. Incluso todo esto me sucedía con el Metrotren, cuando la gente me preguntaba en qué viajaba a mi casa (en provincia) y yo respondía que obvio que en Bus, y ahí venía de vuelta; "¿Pero cómo?! ¿Pero por qué?! si obvio que el metrotren es más rápido y más seguro". ¡¡¡¡Porque no quiero llegar tan rápido a todas partes tal vez!!!....qué pasó con el viaje...con lo que sucede entremedio?
Lo he pensado bastantes veces por qué me gusta subirme a una micro, que la mayoría de la gente encuentra sucia, un poco oscura, y en la cual supuestamente te asaltan (según mi mami) ....bueno gente metroadicta; el metro también lo manosean todos, también se suben los lanzas, y además no tiene ventilación!! qué es eso de ir por debajo de la tierra en un túnel interminable!! desde cuando nos conformamos con ser topos y estamos tranquilos con eso, y no ahogados?!
Al final a la larga siempre prefiero mi Bici, y no porque la cuiquita tiene todo cerca y solo tenga que recorrer distancias súper cortas, ya que también la ocupo para llegar a partes más lejanas que 10 cuadras más allá de mi casa. Sino que la prefiero por algo más complejo aún que la calurosa movilización de noviembre, diciembre, enero, etc, etc...la prefiero porque me siento como en una película de terror cuando la gente de la micro me toca, me aplasta, me tira el pelo, me respira encima...y creo que para muchos suena como "ay, la cuiquita" "ay, la exclusiva" y no es así de obvia la reflexión...
Me parece que la gente olvida que el tacto es un sentido también y la piel el orgáno que más superficie ocupa en nuestro cuerpo; y cuando por ejemplo, a uno le preguntan: "cual es el sentido más importante para tí?" y todos se van en la volá "ay, yo soy super visual" "ah, no; yo soy super auditivo" "yo recuerdo olores" bueno aquí estoy yo, de las pocas, pero táctil... por lo tanto, cuando a las autoridades se les ocurre la genial idea de ponerte a 4 weones más en tu metro cuadrado, me siento como torturada en la naranja mecánica, haciendote ver mil weas que te traumaaaaaan!!!!! me traumooooooo!!!!!!! y más aún si mido 1.55 m y no hay superficie de mi que no esté en contacto con alguien más....de terror. Me siento como en película porno....todos rozandote... y uno sin poder evitarlo. Totalmente violada.

No creo que a la gente no le quede otra que subirse al metro; siendo que no les gusta.... en verdad te subes porque no te desagrada tanto.... uno cuando le desagrada algo se inventa otra cosa que le acomode. No es que no haya tiempo, porque a los oficinistas tambien los he visto en bicicleta, con un bolso para cambiarse cuando llegan al trabajo.
Hace pocos días un profesor planteaba que esta sociedad era muy floja y se dejaba estar todo el rato, y es cuático porque justamente es floja a causa de sus mismas obligaciones, si todo el rato nos escudamos en lo que tenemos que hacer y olvidamos buscar cosas que hacer, dejamos de buscar y ahí radica lo grave. Somos flojos no porque trabajemos poco, porque evidentemente es claro que todo santiago vive estresado por las mil horas de trabajo que se manda; sino porque olvidamos buscar cosas como la movilización más agradable para llegar a casa, porque nos da paja. Nos olvidamos de nosotros mismos. Y esta capital sufre en exceso del síndrome "echemonosenlos laurelestodoelrato"...
En fin, agradezco ser provinciana, disfrutar los viajes, querer mirar por la ventana todo el rato, no conocer las avenidas más expeditas, no saber donde queda el mall más cercano, no querer laurear al metro como el gran transporte nacional y desear ponerlo en el escudo, tener una ciudad que me queda relativamente grande todo el rato y sobretodo vivir LENTO.
no olvidar los gentiles agradecimientos a mi bicimóvil.